Su diámetro cubre el total de la cornea y termina apoyando sobre la esclera.
Se han desarrollado materiales que permiten el paso de oxigeno y donde su elevado diámetro brinda ventajas sustantivas en confort y estabilidad.
La adaptación requiere un seguimiento superior al de una lente estándar por lo menos durante las primeras 2 semanas.
El funcionamiento es ideal, proporciona la calidad óptica de una lente rígida con un confort muy similar al de una lente blanda, una buena estabilidad y retrasa la necesidad de queratoplastia.
Algunos de los inconvenientes son el precio, la manipulación y la complejidad de la adaptación.