Los maestros y los educadores son los que pasan más tiempo con el niño/a. Además, trabajan en tareas de visión cercana que exigen una buena atención visual.

Son el colectivo que más fácilmente puede detectar un problema de visión que interfiera en el rendimiento del alumno/a.

Algunos signos visibles que se pueden observar en el aula y que pueden orientar al profesional de una posible disfunción visual son, entre otros:

• No ve bien la pizarra.
• Tiene problemas con la lectura: se salta de línea, se pierde con facilidad, hace omisiones, sigue con el dedo, etc.
• Mala caligrafía y presentación de los trabajos.
• Se distrae constantemente.
• Tiene poca coordinación, falta de equilibrio y dificultad para orientarse.
• Etc.

Para más información nos ponemos a su disposición.